jueves, 1 de diciembre de 2011

Acalculia y Discalculia


Los términos de Acalculia y Discalculia son utilizados indistintamente aunque hay algunos autores como Morrison y Siegel (1991) que hace la siguiente distinción entre ambos:
La acalculia es cuando se produce una dificultad en el aprendizaje de la matemática (DAM) ocasionada por una lesión cerebral en una persona adulta.
Mientras que la discalculia es cuando se produce en niños una dificultad en el aprendizaje de la matemática (DAM) sin haber lesión cerebral. Si el niño llega a la fase adulta y mantiene esa dificultad (DAM) también deberiamos hablar de Acalculia.
El neuropsicólogo Alexander Luria, describe lesiones occipitoparietales y frontales en el origen de estos dos tipos de alteraciones en las habilidades matemáticas. En las lesiones occipitoparietales se producen las siguientes manifestaciones:
  1. Déficit en el concepto de número y en las operaciones matemáticas.
  2. Percepción incorrecta de los nombres de las cantidades.
  3. Déficit en la estructura categórica de los números, lo que se refleja en los errores al leer o al escribir los números.
  4. Déficit en el reconocimiento de las relaciones entre los números, motivo por el cual la capacidad no va más allá de las referencias.
En las lesiones frontales, las manifestaciones son:
  1. Déficit en la habilidad de decodificar la información en el contexto de la solución de problemas.
  2. Comprensión adecuada de sistemas conceptuales y lógico- gramaticales de las relaciones numéricas.
  3. Dificultades serias en el planeamiento de la solución.
En un artículo llamado “Neuropsicología de la Aritmética” escrito por Diego Alonso y Luis Fuentes encontramos información muy detallado sobre este tema. A continuación transcribo una parte del mismo:
El neurólogo Salomon Henschen fue quien acuñó el término acalculia.De un total de 1300 pacientes estudiados, recolectó datos de 260 pacientes neurológicos que tenían algún tipo de déficit en sus habilidades númericas. Sobre esta enorme base de datos concluyó que “en el cerebro existe un sistema que subyace a los procesos aritméticos y que es independiente, o casi, de los sistemas para el habla o la música”. En la misma publicación afirmó que “la habilidad para el cálculo es una función cerebral altamente compleja que resulta de la colaboración de varias áreas posteriores del hemisferio izquierdo”. Con el paso del tiempo, este enfoque modular ha ido recibiendo un amplio apoyo empírico por medio de estudios de habilidades numéricas en animales, niños, adultos sanos y pacientes con lesiones cerebrales, tanto en el nivel cognitivo como anatómico, confirmando que las áreas parietales son cruciales para el procesamiento numérico…
Se puede afirmar, por tanto, que estos y otros estudios han confirmado la implicación del lóbulo parietal inferior izquierdo en el cálculo mental. Las lesiones en esta región pueden dejar al paciente totalmente incapaz de ejecutar incluso cálculos tan sencillos como 3-1 o 7×8 (Warrington, 1982; Takayama, Sugishita, Akiguchi, Kimura, 1994; Dehaene y Cohen, 1997)…
Un niño con discalculia puede manifestar las siguientes características:
  • Dificultades en la organización espacial
  • Dificultad para organizar los números en columnas o para seguir la direccionalidad apropiada del procedimiento
  • Omisión o adición de un paso del procedimiento aritmético; aplicación de una regla aprendida para un procedimiento a otro diferente (como sumar cuando hay que restar)
  • Errores tales como que el resultado de una resta es mayor a los números sustraídos y no hacer la conexión de que esto no puede ser.
  • Tropiezos para recordar las tablas de multiplicar y para recordar algún paso de la división, este problema se incrementa conforme el material es mas complejo
  • Especial dificultad con los problemas razonados, particularmente los que involucran múltiples pasos como cuando hay que sumar y luego restar para encontrar la respuesta.
  • Poco dominio de conceptos como clasificación, medición y secuenciación.
  • Se le dificulta seguir procedimientos sin saber cómo y por qué.
La acalculia se puede presentar en tres formas:

Acalculia afásica: Inhabilidad para la comprensión de números y signos aritméticos como lenguaje. Se asocia con Afasia que consiste en la pérdida total o parcial de la capacidad para comunicarse, perturbándose la utilización de las capacidades precisas para la producción y/o la comprensión de la palabra oral y escrita.

Acalculia visual-espacial: Comprensión inapropiada de los números y puntos decimales, que genera errores en el cálculo.

Anaritmética: Perdida pura del calculo, generalmente asociado con afasia y muy ocasionalmente como hallazgo aislado.
Estos son dos problemas del aprendizaje que requieren de nuestra atención especial para evitar que se conviertan en un obstáculo para la vida de nuestros niños.

Fuentes: